Nuestro corazón produce millones de latidos diarios. Se acelera cuando hay una emoción fuerte y se relaja cuando estamos en reposo. Nuestro corazón sufre, vive, se emociona y se alegra. La vida misma se encarga de que reciba esas emociones y el café de mantenerlo a flote (así como el ánimo).
Cuando era niña bastaba que mi abuelo César se sirviera una taza de café para yo antojarme y que me diera un poquito. Tengo el recuerdo de la taza de plástico amarilla, el tazón de azúcar de acero inolvidable...digo, inoxidable. También me acuerdo de la cucharita que usaba para removerlo como él solía hacer. Negro...negro como los teléfonos públicos de aquella época. Así lo tomaba y no sé cómo el esófago lo sobrevivía. Cuando mi viejo murió, la ilusión por esa tacita de café murió con él. No fue hasta que comencé a trabajar de maestra que comprendí la necesidad de volver a tan preciado líquido. Ese líquido que me daba salud mental y paciencia para afrontarlo todo durante una larga mañana.
Este verano tuve la intención de probar café y locales nuevos que ofertaran una nueva cepa de café puertorriqueño. Hace algunos años la industria cafetalera ha comenzado a resurgir (gracias a Dios) y poco a poco estamos recibiendo café hecho en Puerto Rico y no mezclado con otro tipo. Este es el caso del café Hacienda San Pedro que se ofrece en un local llamado Latte que Latte.
Carlitos me llamó para quedar allí y hablar un poco sobre España y su oferta educativa. Siendo un amante del país no pudo contenerse a interrogarme sobre el mismo. Interrogatorio que acepté con ilusión porque podía ver a mi amigo y conversar un buen rato con él.
En cuanto llegué a Latte que Latte me sentí como en casa de la abuela. Su decoración es sencilla y acogedora. Te hace sentir en casa y eso para mi es un "plus". Otro "plus" fue el hecho de que tuviesen leche sin lactosa para poderme tomar mi café sin miedo a las consecuencias. Aquellos que somos intolerantes a la lactosa sabemos lo raro que es encontrar un sitio que atienda nuestras necesidades. Además de leche sin lactosa tienen leche de almendra y soya.
Ordené y me senté a esperar a Carlitos y mi café. Me lo trajeron antes de que llegara Carlitos con una deliciosa galleta que por Dios espero que me den la receta, y si no me la dan, sabré sobrevivir sin ello.
El café es buenísimo. Un café con leche como Dios manda, bien hecho, suficiente leche y con amoll del bueno. No es muy cargado, es suave y delicioso.
Estuve tres horas allí hablando con Carlitos y Pedro que resultó ser el cuñado de la dueña del local. Hablando de música, de los tiempos que vivimos, los ensayos de coro, de nuestro querido Willy y su "belleza tropical", entre otras cosas. No hubo indicios de apurarnos a irnos, no hubo incomodidad. Me sentí en todo momento como en mi casa.
Es un lugar en el que te tratan con cariño y un negocio con corazón que no solo ofrece café, desayuno, sandwiches entre otras cosas. Es un lugar con propósito y que se une a causas nobles. Sitios como este son dignos de apoyar. Considero que los jóvenes emprendedores deben recibir nuestro apoyo pues son los que trabajan para que el país salga adelante. Merecen un espacio y ser reconocidos.
Mi corazón late contento del rato que compartí allí y espero poder repetir muy pronto así como espero que tengan éxito en los años venideros.
Mi pequeño San Juan
viernes, 23 de octubre de 2015
Corazón que latte...
Asturias patria querida...
La primera vez que escuché de Asturias y, más específicamente, de una paella fue de manos del padre de una amiga. Este señor hizo la primera paella que probé en mi vida cuyo sabor nunca olvidaré. Lo recuerdo como un momento mágico y a él como una persona muy entrañable.
Asturias queda al Norte de España cerca de Santander y Galicia. Llueve todo el tiempo...todo el tiempo. Pero ese hecho propicia su verdor, sus montañas frondosas y su esplendor. La tierra de la sidra, los buenos cachopos y la fabada. Del verdor, el mar...
La madre de una alumna, que es asturiana, me recomendó varios sitios a ir a visitar pero, sobre todo, a comer. Aquí les presento lo que aconteció.
Antes que nada comentarles que hay varios sitios que no deben perderse al visitar estos lares. Covadonga, que es precioso y se ve rápido y donde se encuentra su virgen con una capilla en una cuevita abierta. Así mismo está Cudillero, pueblo pesquero pintoresco y precioso. Sus gaviotas sobrevuelan todo el pueblo y te sientes en otro mundo.
De camino a Oviedo desde Cudillero pasamos por Gijón y allí comí la primera fabada asturiana de mi vida y la cual nunca olvidaré. Una pena no recordar el lugar, pero lo que sí recuerdo es que fue frente al paseo que hay frente al mar. Entre la fabada y la vista del mar el cual no lo veía hace meses, fue una experiencia inolvidable. Para bajar la fabada es recomendable luego salir a dar una vuelta :)
Oviedo es la capital asturiana. Grande, gris (¿les dije que llueve todo el tiempo?), llena de esculturas de bronce, pero hermosa. El parque Campo de San Francisco es el sitio ideal para pasear con tu perro, hacer deporte o sentarte en un banco a leer un buen libro.
La calle Gascona en Oviedo es mejor conocida como el bulevar de la sidra. Tiene varios lugares donde comer y degustar los distintos tipos de sidra que se producen en la región. La sidra hay que tomársela de un trago según la sirven (debe ser escanciada) para aprovechar le poca efervescencia que tiene una vez te la sirven. Uno de los mejores sitios en esa calle para comer se llama Tierra Astur. Es un local amplio que a primera instancia parece una franquicia como cualquier otra, pero eso no debe engañarnos. Recomendación: ir con tiempo y paciencia porque siempre está lleno. La espera se hace menos larga en el bar tomando sidrita :)
Allí comimos como dioses y cabe destacar la sangría de sidra; dulce, suave y deliciosa. Pedimos varios platos para compartir. Uno de ellos fue una tabla de quesos de la zona de diversos sabores con nueces, manzana y membrillo para combinar. Es una excelente opción si deseas degustar los quesos más famosos asturianos. Así mismo pedimos un variado de tortos hecho de harina de maíz. Para los que somos de Latinoamérica es lo más parecido a una arepa de maíz. Cubiertos con huevo frito, carne y pimientos rojos. Ya aquí estábamos un poco llenos...
Luego vino el cachopo...a ver...es un bistec empanado en buen castellano. Relleno de jamón y queso y además de eso...ES ENORME! Servido con ensalada y patatas como debe ser. Buenísimo...faltó el ketchup (sacrilegio!). Ya aquí no podíamos más...no recuerdo si llegó el postre pero luego de tanta sidra es normal :) Tiene una tienda dentro del local donde puedes comprar distintos productos como el Orujo y los quesos que has probado.
No puedo decir que en Asturias se come mal porque hasta los postres son buenos. Si a eso le añadimos que tuvimos la suerte de estar en la fiesta de la sidra y degustar diversos tipos por un módico precio de 3 euros, pues fue la cereza en el pastel. Estar pendientes porque suele ser a finales de abril y merece la pena visitarlo. Pueden visitar la página web del ayuntamiento de Oviedo.
Visitar Asturias es como estar en el paraíso. Sus paisajes verdes no tienen desperdicio así como la comida. Es una visita obligada tanto para nacionales como para los internacionales. Asturias patria querida...algún día volveré.
Asturias queda al Norte de España cerca de Santander y Galicia. Llueve todo el tiempo...todo el tiempo. Pero ese hecho propicia su verdor, sus montañas frondosas y su esplendor. La tierra de la sidra, los buenos cachopos y la fabada. Del verdor, el mar...
La madre de una alumna, que es asturiana, me recomendó varios sitios a ir a visitar pero, sobre todo, a comer. Aquí les presento lo que aconteció.
Antes que nada comentarles que hay varios sitios que no deben perderse al visitar estos lares. Covadonga, que es precioso y se ve rápido y donde se encuentra su virgen con una capilla en una cuevita abierta. Así mismo está Cudillero, pueblo pesquero pintoresco y precioso. Sus gaviotas sobrevuelan todo el pueblo y te sientes en otro mundo.
De camino a Oviedo desde Cudillero pasamos por Gijón y allí comí la primera fabada asturiana de mi vida y la cual nunca olvidaré. Una pena no recordar el lugar, pero lo que sí recuerdo es que fue frente al paseo que hay frente al mar. Entre la fabada y la vista del mar el cual no lo veía hace meses, fue una experiencia inolvidable. Para bajar la fabada es recomendable luego salir a dar una vuelta :)
Oviedo es la capital asturiana. Grande, gris (¿les dije que llueve todo el tiempo?), llena de esculturas de bronce, pero hermosa. El parque Campo de San Francisco es el sitio ideal para pasear con tu perro, hacer deporte o sentarte en un banco a leer un buen libro.
La calle Gascona en Oviedo es mejor conocida como el bulevar de la sidra. Tiene varios lugares donde comer y degustar los distintos tipos de sidra que se producen en la región. La sidra hay que tomársela de un trago según la sirven (debe ser escanciada) para aprovechar le poca efervescencia que tiene una vez te la sirven. Uno de los mejores sitios en esa calle para comer se llama Tierra Astur. Es un local amplio que a primera instancia parece una franquicia como cualquier otra, pero eso no debe engañarnos. Recomendación: ir con tiempo y paciencia porque siempre está lleno. La espera se hace menos larga en el bar tomando sidrita :)
Allí comimos como dioses y cabe destacar la sangría de sidra; dulce, suave y deliciosa. Pedimos varios platos para compartir. Uno de ellos fue una tabla de quesos de la zona de diversos sabores con nueces, manzana y membrillo para combinar. Es una excelente opción si deseas degustar los quesos más famosos asturianos. Así mismo pedimos un variado de tortos hecho de harina de maíz. Para los que somos de Latinoamérica es lo más parecido a una arepa de maíz. Cubiertos con huevo frito, carne y pimientos rojos. Ya aquí estábamos un poco llenos...
Luego vino el cachopo...a ver...es un bistec empanado en buen castellano. Relleno de jamón y queso y además de eso...ES ENORME! Servido con ensalada y patatas como debe ser. Buenísimo...faltó el ketchup (sacrilegio!). Ya aquí no podíamos más...no recuerdo si llegó el postre pero luego de tanta sidra es normal :) Tiene una tienda dentro del local donde puedes comprar distintos productos como el Orujo y los quesos que has probado.
No puedo decir que en Asturias se come mal porque hasta los postres son buenos. Si a eso le añadimos que tuvimos la suerte de estar en la fiesta de la sidra y degustar diversos tipos por un módico precio de 3 euros, pues fue la cereza en el pastel. Estar pendientes porque suele ser a finales de abril y merece la pena visitarlo. Pueden visitar la página web del ayuntamiento de Oviedo.
Visitar Asturias es como estar en el paraíso. Sus paisajes verdes no tienen desperdicio así como la comida. Es una visita obligada tanto para nacionales como para los internacionales. Asturias patria querida...algún día volveré.
jueves, 22 de octubre de 2015
Oveja que bala...
Hace algunos meses visité un local de una persona que es bonita por dentro y por fuera.
Cuando llegan de visita amigos de tu tierra, haces todo lo posible por compartir con ellos. Son familia extendida que te trae algo de calor y cariño estando uno tan lejos y te hacen sentir cerca.
Luis llegó con los primeros atisbos de calor veraniego y me antojé de acompañarle a visitar a una amiga salmantina que hace escasamente un año abrió su primer negocio culinario llamado Oveja que bala. Francamente no sabía lo que me esperaba y considero que es digno de contar.
Luego de la hermosa sorpresa que se llevó Esther al ver a Luis, rápido nos invitó a tomar asiento. Oveja que bala no queda en el centro de Madrid sino en una calle cerca de muchas oficinas y de la embajada de Indonesia que seguro pasan por su local a menudo (envidia de la buena).
Esther es conocida por su don de gente y por el que le han puesto en sus manos pues todo lo que cocina es delicioso y mejor aún, hecho con amor, esmero y dedicación.
Comenzamos con unos pinchos de hamburguesa que estaban buenísimos. Se te quedan en un bocado y saben a gloria bendita. La ensalada de fruta no se hizo esperar con kiwi, melocotón, sandía...refrescante para el calor que hacía ese día.
Ahora bien...nada de eso se compara con el pincho (nótese que la palabra pincho se queda corta ante el tamaño que nos sirvió) de tortilla con chistorra. Si, tortilla con chistorra y no cualquier chistorra. La de verdad y que viene de Salamanca. Si hace 15 años me hubiesen dicho que en el 2015 me iba a gustar tanto la tortilla y encima de chistorra, me les hubiese reído en la cara. Pues bien, de las manos expertas de Esther, he degustado mi primera tortilla de chistorra y prometo serle fiel y no probar ninguna otra porque la suya es la mejor del mundo mundial. Sabrosa, exquisita, de otro mundo. Y el que lo refute, va a tener un serio problema conmigo. Textura firme sin ser dura, no es salada, su sabor suave y concisa.
Cabe mencionar que una señora probó su tortilla normal, de huevo y patata de toda la vida y se las alardeaba que la de ella era muy buena. Creo que encontró alguien que la hacía mejor y ella misma lo aceptó.
El postre no se hizo esperar y como a nadie le gusta el chocolate...La tarta de chocolate hecha con ingredientes de primera que me supo a algo del más allá. Esponjosa, con un sabor denso a chocolate pero sin ser muy fuerte. Me faltó el vasito de leche para acompañarla pero ya la tripa no aguantaba más.
Siempre he dicho que cocinar es un arte y que la comida que es realmente buena es porque se hace con cariño, con esmero y dedicación. Es una pasión como la música que precisa de práctica y empeño para ello. Esther pone eso y algo que falta en muchos otros lugares y es...corazón. Si quieren comer realmente buena comida, no dejen de darse la vuelta por Oveja que Bala. En el enlace entrarán en su página web con toda la información necesaria.
Mucha suerte Esther y espero pasar por allí muy pronto.
Cuando llegan de visita amigos de tu tierra, haces todo lo posible por compartir con ellos. Son familia extendida que te trae algo de calor y cariño estando uno tan lejos y te hacen sentir cerca.
Luis llegó con los primeros atisbos de calor veraniego y me antojé de acompañarle a visitar a una amiga salmantina que hace escasamente un año abrió su primer negocio culinario llamado Oveja que bala. Francamente no sabía lo que me esperaba y considero que es digno de contar.
Luego de la hermosa sorpresa que se llevó Esther al ver a Luis, rápido nos invitó a tomar asiento. Oveja que bala no queda en el centro de Madrid sino en una calle cerca de muchas oficinas y de la embajada de Indonesia que seguro pasan por su local a menudo (envidia de la buena).
Esther es conocida por su don de gente y por el que le han puesto en sus manos pues todo lo que cocina es delicioso y mejor aún, hecho con amor, esmero y dedicación.
Comenzamos con unos pinchos de hamburguesa que estaban buenísimos. Se te quedan en un bocado y saben a gloria bendita. La ensalada de fruta no se hizo esperar con kiwi, melocotón, sandía...refrescante para el calor que hacía ese día.
Ahora bien...nada de eso se compara con el pincho (nótese que la palabra pincho se queda corta ante el tamaño que nos sirvió) de tortilla con chistorra. Si, tortilla con chistorra y no cualquier chistorra. La de verdad y que viene de Salamanca. Si hace 15 años me hubiesen dicho que en el 2015 me iba a gustar tanto la tortilla y encima de chistorra, me les hubiese reído en la cara. Pues bien, de las manos expertas de Esther, he degustado mi primera tortilla de chistorra y prometo serle fiel y no probar ninguna otra porque la suya es la mejor del mundo mundial. Sabrosa, exquisita, de otro mundo. Y el que lo refute, va a tener un serio problema conmigo. Textura firme sin ser dura, no es salada, su sabor suave y concisa.
Cabe mencionar que una señora probó su tortilla normal, de huevo y patata de toda la vida y se las alardeaba que la de ella era muy buena. Creo que encontró alguien que la hacía mejor y ella misma lo aceptó.
El postre no se hizo esperar y como a nadie le gusta el chocolate...La tarta de chocolate hecha con ingredientes de primera que me supo a algo del más allá. Esponjosa, con un sabor denso a chocolate pero sin ser muy fuerte. Me faltó el vasito de leche para acompañarla pero ya la tripa no aguantaba más.
Siempre he dicho que cocinar es un arte y que la comida que es realmente buena es porque se hace con cariño, con esmero y dedicación. Es una pasión como la música que precisa de práctica y empeño para ello. Esther pone eso y algo que falta en muchos otros lugares y es...corazón. Si quieren comer realmente buena comida, no dejen de darse la vuelta por Oveja que Bala. En el enlace entrarán en su página web con toda la información necesaria.
Mucha suerte Esther y espero pasar por allí muy pronto.
(foto de Oveja que Bala)
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jueves, 9 de julio de 2015
Cocinando y compaginando
Hace algún tiempo me dije que debía volver a este espacio y compartir mis ideas con el resto de las personas. Hace algún tiempo...pero de eso hace ya mucho tiempo.
Es difícil compaginar el trabajo con algo que te apasiona: cocinar. Saco tiempo para ver los Masterchef de la vida y algún que otro Top Chef. Me da rabia no poder seguir desde España el Food Network y que desde allá me prohiban ver los vídeos de los programas que tanto me gustan. Pero debo empezar a sacar tiempo para cocinar. Me relaja, me centra, me distrae y me gusta mogollón :)
Esto es como empezar a correr o ir al gym, siempre hay una excusa para ello. La realidad es que la vida de adulto me consume y apenas tengo tiempo para hacer todas las recetas que me gustarían.
El otro día logré dar con una para un buen bizcocho de cumpleaños. Ese ha sido el momento culinario más emocionante de este último año! Ese y el hecho de que los inventos en la cocina últimamente me salen bien. Así como, buscar soluciones para una cena rápida con poco en la cocina.
Este verano me he planteado algo nuevo para mi. Digo para mi, pues para el mundo de los tan aclamados "foodies" y "bloggers" no es nuevo realmente. Me he planteado ir a los lugares de los que la gente tanto habla y comentar desde mi punto de vista. Desde el punto de vista objetivo, de mi paladar no tan fino ni estudiado pero que sabe apreciar una buena fabada asturiana, por ejemplo.
Pronto sabrán un poquito más de mi y espero que les guste lo que tengo que aportar.
Hasta pronto!!
Es difícil compaginar el trabajo con algo que te apasiona: cocinar. Saco tiempo para ver los Masterchef de la vida y algún que otro Top Chef. Me da rabia no poder seguir desde España el Food Network y que desde allá me prohiban ver los vídeos de los programas que tanto me gustan. Pero debo empezar a sacar tiempo para cocinar. Me relaja, me centra, me distrae y me gusta mogollón :)
Esto es como empezar a correr o ir al gym, siempre hay una excusa para ello. La realidad es que la vida de adulto me consume y apenas tengo tiempo para hacer todas las recetas que me gustarían.
El otro día logré dar con una para un buen bizcocho de cumpleaños. Ese ha sido el momento culinario más emocionante de este último año! Ese y el hecho de que los inventos en la cocina últimamente me salen bien. Así como, buscar soluciones para una cena rápida con poco en la cocina.
Este verano me he planteado algo nuevo para mi. Digo para mi, pues para el mundo de los tan aclamados "foodies" y "bloggers" no es nuevo realmente. Me he planteado ir a los lugares de los que la gente tanto habla y comentar desde mi punto de vista. Desde el punto de vista objetivo, de mi paladar no tan fino ni estudiado pero que sabe apreciar una buena fabada asturiana, por ejemplo.
Pronto sabrán un poquito más de mi y espero que les guste lo que tengo que aportar.
Hasta pronto!!
viernes, 22 de febrero de 2013
Applebee's Broccoli Chicken Alfredo
Mira que no me gustaba Applebee's y en Navidades fui con una amiga a comer allí y por eso de pedir algo saludable (y económico) me decidí por el Broccoli Chicken Alfredo...mmmm....
Debo mencionar que hasta hace 3 años no comía broccoli...ni zanahorias...ni berenjenas...vamos que mi madre hubiera dado lo que no tenía porque yo comiera de niña. No es hasta que llego a España y, por necesidad, he abierto mi paladar a otros sabores. ¡Y qué sabores!
El caso es que esta pasta me gustó mucho y la verdad es que lo otro que me gustó es que es muy económica y fácil de hacer. Yo aquí voy a presentar la versión fácil y económica (para mi). No tengo las medidas porque lo hago a ojo, pero ustedes vayan calculando. Cabe mencionar que prefiero la pasta integral por el asunto de la fibra y porque es más saludable.
Broccoli Chicken Alfredo
1 pechuga de pollo deshuesada y adobada (sal y ajo)
2 tazas de broccoli congelado
1 puñado de spaghettis integrales (pueden ser los normales o cualquier otro tipo de pasta. A veces uso rottini)
1 taza (por ahí) de salsa Alfredo (la explico más adelante)
Luego de que adobas el pollo, lo cortas en trozos y los pones a sofreír en una sartén con mantequillita. Yo utilizo una de aceite de oliva con aceite Omega 3 y Vitaminas A y D del fabuloso supermercado Mercadona en Spain.
Mientras, en una olla echo agua con bastante sal a hervir. Aquí, para acelerar el proceso y porque solo tengo DOS hornillas, pongo el broccoli y la pasta a hervir 10 minutos. En mi caso, la que compro no lo tengo que descongelar antes (el broccoli).
Luego de que esté todo, lo juntas en un bowl con la salsa Alfredo, un poco de queso parmesano y listo.
Puedes usar la salsa que ya venden lista o hacerla tú. Aquí no venden la Alfredo sino una de cuatro quesos que, realmente, es too much para mi intolerancia a la lactosa. Yo la hago un poco diferente y a lo mejor ni es Alfredo pero bueno.
Compro heavy cream o Nata para cocinar (la de montar es muy espesa y luego se pega todo y se pone como roca...ya me pasó). La echo en una sartén con ajo en polvo (por eso de no pelar uno pero puedes usar el normal o el que viene en cubitos congelado) y voy echando queso parmesano rallado hasta que espesa un poquito y ya. No le echo ni harina ni mantequilla porque son demasido pesadas para mi. La última vez que usé mantequilla quedó muy pesada y decidí hacerla así y la verdad? Queda igual de rico.
Pues nada...ya me contarán qué tal :)
Debo mencionar que hasta hace 3 años no comía broccoli...ni zanahorias...ni berenjenas...vamos que mi madre hubiera dado lo que no tenía porque yo comiera de niña. No es hasta que llego a España y, por necesidad, he abierto mi paladar a otros sabores. ¡Y qué sabores!
El caso es que esta pasta me gustó mucho y la verdad es que lo otro que me gustó es que es muy económica y fácil de hacer. Yo aquí voy a presentar la versión fácil y económica (para mi). No tengo las medidas porque lo hago a ojo, pero ustedes vayan calculando. Cabe mencionar que prefiero la pasta integral por el asunto de la fibra y porque es más saludable.
Broccoli Chicken Alfredo
1 pechuga de pollo deshuesada y adobada (sal y ajo)
2 tazas de broccoli congelado
1 puñado de spaghettis integrales (pueden ser los normales o cualquier otro tipo de pasta. A veces uso rottini)
1 taza (por ahí) de salsa Alfredo (la explico más adelante)
Luego de que adobas el pollo, lo cortas en trozos y los pones a sofreír en una sartén con mantequillita. Yo utilizo una de aceite de oliva con aceite Omega 3 y Vitaminas A y D del fabuloso supermercado Mercadona en Spain.
Mientras, en una olla echo agua con bastante sal a hervir. Aquí, para acelerar el proceso y porque solo tengo DOS hornillas, pongo el broccoli y la pasta a hervir 10 minutos. En mi caso, la que compro no lo tengo que descongelar antes (el broccoli).
Luego de que esté todo, lo juntas en un bowl con la salsa Alfredo, un poco de queso parmesano y listo.
Puedes usar la salsa que ya venden lista o hacerla tú. Aquí no venden la Alfredo sino una de cuatro quesos que, realmente, es too much para mi intolerancia a la lactosa. Yo la hago un poco diferente y a lo mejor ni es Alfredo pero bueno.
Compro heavy cream o Nata para cocinar (la de montar es muy espesa y luego se pega todo y se pone como roca...ya me pasó). La echo en una sartén con ajo en polvo (por eso de no pelar uno pero puedes usar el normal o el que viene en cubitos congelado) y voy echando queso parmesano rallado hasta que espesa un poquito y ya. No le echo ni harina ni mantequilla porque son demasido pesadas para mi. La última vez que usé mantequilla quedó muy pesada y decidí hacerla así y la verdad? Queda igual de rico.
Pues nada...ya me contarán qué tal :)
lunes, 26 de noviembre de 2012
My friend Paco the turkey
Bueno...creo que todos tenemos un reto en la vida el cual queremos cumplir. Este año me presenté uno muy sencillo: hacer un pavo. Lo que aquí voy a contar es poco jaja:
Buscar un pavo en España, en específico Madrid, en esta época es como buscar una aguja en un pajar. Menos mal que a lo largo de los años muchos extranjeros se han mudado al país con sus tradiciones y poco a poco vamos encontrando otras cosas que antes no habían. Entre ellas un pavo. Los mercados suelen tenerlos y si no, se encargan.
Yo, primero fui al El Corte Inglés. Infarté cuando me dijeron 30 euros por un pavo. Lo reservé porque es mejor que nada pero seguí buscando. El un mercado cerca de casa conseguí uno de 5 kilos (10lb) a 4.50 el kilo. Aquí este animal es todo un lujo...¿dónde está el típico Butterball congelado?
Si pides que te lo limpien, lo hacen aunque me parece que no del completo porque tuve que extraerle alguna arteria y otra cosilla...
Hay muchas formas de adobarlo, pero yo me fui por la sencilla: ajo, vinagre, sal, albahaca y aceite de oliva (se me olvidó la mantequilla, vamos que este año se me olvidó añadir par de cosas en las cosas que hice pero quedaron buenas igual). Hice una mezcla de eso, me embadurné las manos y le di un masajito al pavo. ¡Qué sensación tan única! ¡Todo una experiencia! Encima el pavo se me resbalaba de las manos y envolverlo en papel plástico (saran rap) fue más divertido aún jajaja.
Lo dejé descansar por la noche y llegó el día ansiado. El pavo, cabe mencionar, si se le pone relleno, hay que hornearlo por más tiempo dependiendo de las libras o kilos. El mío fue sin relleno pues, realmente no me apetecía hacerlo y por recomendación de mi madre no lo hice. Hay mucha gente que lo hace con mofongo...eso lo tengo que probar.
Estuvo 3 horitas y media...completitas, sabrosas y bonito. Algo seco (pero es así). Vamos...he logrado la meta sin mayores desastres. Ando muy orgullosa por ahí.
El año que viene, con más experiencia, haré algunos arreglillos y a ver si va quedando mejor :)
Buscar un pavo en España, en específico Madrid, en esta época es como buscar una aguja en un pajar. Menos mal que a lo largo de los años muchos extranjeros se han mudado al país con sus tradiciones y poco a poco vamos encontrando otras cosas que antes no habían. Entre ellas un pavo. Los mercados suelen tenerlos y si no, se encargan.
Yo, primero fui al El Corte Inglés. Infarté cuando me dijeron 30 euros por un pavo. Lo reservé porque es mejor que nada pero seguí buscando. El un mercado cerca de casa conseguí uno de 5 kilos (10lb) a 4.50 el kilo. Aquí este animal es todo un lujo...¿dónde está el típico Butterball congelado?
Si pides que te lo limpien, lo hacen aunque me parece que no del completo porque tuve que extraerle alguna arteria y otra cosilla...
Hay muchas formas de adobarlo, pero yo me fui por la sencilla: ajo, vinagre, sal, albahaca y aceite de oliva (se me olvidó la mantequilla, vamos que este año se me olvidó añadir par de cosas en las cosas que hice pero quedaron buenas igual). Hice una mezcla de eso, me embadurné las manos y le di un masajito al pavo. ¡Qué sensación tan única! ¡Todo una experiencia! Encima el pavo se me resbalaba de las manos y envolverlo en papel plástico (saran rap) fue más divertido aún jajaja.
Lo dejé descansar por la noche y llegó el día ansiado. El pavo, cabe mencionar, si se le pone relleno, hay que hornearlo por más tiempo dependiendo de las libras o kilos. El mío fue sin relleno pues, realmente no me apetecía hacerlo y por recomendación de mi madre no lo hice. Hay mucha gente que lo hace con mofongo...eso lo tengo que probar.
Estuvo 3 horitas y media...completitas, sabrosas y bonito. Algo seco (pero es así). Vamos...he logrado la meta sin mayores desastres. Ando muy orgullosa por ahí.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Lasagna di pollo
Bueno...Mi scusi per l'assenza...Disculpen la ausencia pero esta vida de adulto que no cesa...los estudios y el trabajo me consumen y el verano fue para desconectar un poco y descansar.
No obstante aqui estoy de vuelta. Con nuevas ideas y a ver cómo las elaboro a lo largo del año. Tengo un proyecto en mente que si sale bien, ya se los comentaré con fotos y todo.
La Hacienda Meat Market en Puerto Rico, tienen una lasagna de pollo que es riquísima. Al menos en casa nos encanta y llevaba tiempo con la idea de hacer una. La verdad que no es nada complicada, al menos a mi estilo. Como todo aquí, son recetas sencillas que puedan dejarnos tiempo para cositas más importantes.
Recomendación: si quieres...puedes coger moldes de aluminio desechable, o de cristal o loza que sean horneables (bien importante). Divide la lasagna en varios moldes y los congelas teniendo así un resuelve cuando no tengas deseos de cocinar. Cosas que he probado que congelan bien y al momento de calentarlas no desmerecen: la pasta, carne molida, amarillos, pollo. Batatas mameyas: NO! Saben horrible luego. Bueno, aquí va:
Lasagna de Pollo
2 pechugas de pollo deshuesada (preferiblemente)
10 láminas de pasta para lasagna o las que necesites para el tamaño que vayas a hacer
Tomate frito o salsa de pasta (las dos, realmente)
Sal
Sofrito
Queso Mozzarella rallado a gusto
1. Adoba las pechugas de pollo. Las envuelves en papel de aluminio, las pones en un molde y las horneas por 40-50 minutos a 350º.
2. Al sacarlas cuidado porque botan juguito y te puedes quemar. Déjalas reposar un rato y luego las desmenuzas.
3. En una sartén aparte, echa como dos cucharadas de sofrito y añades el pollo. Lo sofríes un poco y le añades tomate frito a gusto (recomiendo que no lo bañes en esto pero suficiente para que coja colorsito).
4. Mientras, hierve por 10 minutos las láminas de pasta. Truco: cuando las saco, es una a una y la paso por agua fría. No las pongas todas porque se pegan. Igual que en la olla, remuévelas por que se pegan también. Los cocineros profesionales dicen que la pasta no se pasa por agua fría, pero yo lo hago y queda igual de bien, CON LA LASAGNA. Es más fácil de manejarla.
5. Coge un molde y ponle alrededor un poco de salsa de pasta (yo uso tomate frito y sabe super bien). Esto es para que cuando hornees la lasagna (para que se derrita el queso) no se pegue la pasta.
6. Ve haciendo las camadas empezando por la pasta, añadiendo el pollo y luego queso mozzarella. Rinse and repeat jejeje hasta que no te quepa más en el molde.
7. Cuando la tengas lista, hornéala en la misma temperatura hasta que se derrita el queso y listo para comer :)
Esto acompañado de unos amarillos en almíbar no tiene nombre. Ya me contarás que tal ha quedado.
Si tienes dudas o preguntas me puedes escribir a mipequenosanjuan@gmail.com
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No obstante aqui estoy de vuelta. Con nuevas ideas y a ver cómo las elaboro a lo largo del año. Tengo un proyecto en mente que si sale bien, ya se los comentaré con fotos y todo.
La Hacienda Meat Market en Puerto Rico, tienen una lasagna de pollo que es riquísima. Al menos en casa nos encanta y llevaba tiempo con la idea de hacer una. La verdad que no es nada complicada, al menos a mi estilo. Como todo aquí, son recetas sencillas que puedan dejarnos tiempo para cositas más importantes.
Recomendación: si quieres...puedes coger moldes de aluminio desechable, o de cristal o loza que sean horneables (bien importante). Divide la lasagna en varios moldes y los congelas teniendo así un resuelve cuando no tengas deseos de cocinar. Cosas que he probado que congelan bien y al momento de calentarlas no desmerecen: la pasta, carne molida, amarillos, pollo. Batatas mameyas: NO! Saben horrible luego. Bueno, aquí va:
Lasagna de Pollo
2 pechugas de pollo deshuesada (preferiblemente)
10 láminas de pasta para lasagna o las que necesites para el tamaño que vayas a hacer
Tomate frito o salsa de pasta (las dos, realmente)
Sal
Sofrito
Queso Mozzarella rallado a gusto
1. Adoba las pechugas de pollo. Las envuelves en papel de aluminio, las pones en un molde y las horneas por 40-50 minutos a 350º.
2. Al sacarlas cuidado porque botan juguito y te puedes quemar. Déjalas reposar un rato y luego las desmenuzas.
3. En una sartén aparte, echa como dos cucharadas de sofrito y añades el pollo. Lo sofríes un poco y le añades tomate frito a gusto (recomiendo que no lo bañes en esto pero suficiente para que coja colorsito).
4. Mientras, hierve por 10 minutos las láminas de pasta. Truco: cuando las saco, es una a una y la paso por agua fría. No las pongas todas porque se pegan. Igual que en la olla, remuévelas por que se pegan también. Los cocineros profesionales dicen que la pasta no se pasa por agua fría, pero yo lo hago y queda igual de bien, CON LA LASAGNA. Es más fácil de manejarla.
5. Coge un molde y ponle alrededor un poco de salsa de pasta (yo uso tomate frito y sabe super bien). Esto es para que cuando hornees la lasagna (para que se derrita el queso) no se pegue la pasta.
6. Ve haciendo las camadas empezando por la pasta, añadiendo el pollo y luego queso mozzarella. Rinse and repeat jejeje hasta que no te quepa más en el molde.
7. Cuando la tengas lista, hornéala en la misma temperatura hasta que se derrita el queso y listo para comer :)
Esto acompañado de unos amarillos en almíbar no tiene nombre. Ya me contarás que tal ha quedado.
Si tienes dudas o preguntas me puedes escribir a mipequenosanjuan@gmail.com
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